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Si algun día yo te dije
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que mecer mis hojas
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no era cosa fácil
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y tú lo hiciste con las ganas
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bien seguras de alzar lo propio,
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¢¯cómo pudiste hacerme cambiar así,
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pudiste hacerme parte de ti?
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de tal manera que parecen primavera
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esos dos años de estación.
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Cuando después de tanto verso
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me entregaste el sí con cuerpo y alma
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no dilatamos en ver qué tenía
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de grandioso amarse, y era más allá
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de lo preescrito por quien dice conocerlo todo,
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conocerse en sí,
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y qué bien poco te conocí a ti.
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Y si algún día
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te dijera: ¢®te fijaste cómo
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se nos fue la sonrisa
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y se quedó el recuerdo
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de esas tardes de rivera
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con el sol en raya?
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¢®Qué tiempos,
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qué días felices!
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Cómo fuese, no me acuerdo
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ni quiero acordarme,
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pero el sol me dió
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a media cara,
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confinándome al olvido
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sin buscar tu nombre
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y a llorar contigo.
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Si hay un reecuentro
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un mal día de estos puede,
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puede que pueda ser.
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puede que pueda
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| fernando delgadillo |
